El aceite de CBD, abreviatura de Cannabidiol, es un compuesto químico que se encuentra de forma natural en la planta del cáñamo. La legalidad del aceite de CBD y del cáñamo sigue siendo objeto de debate. El Cannabis sativa es el origen del cáñamo y de la marihuana. Sin embargo, la marihuana tiene altos niveles de THC (tetrahidrocannabinol), un compuesto químico natural que produce el «subidón» psicoactivo que se experimenta cuando se consume. El cáñamo, por otro lado, tiene un contenido muy bajo de THC, lo que significa que el CBD no tiene la capacidad de intoxicar.

Cómo utiliza el cuerpo el CBD

El CBD es un analgésico natural. Es la forma en que el cuerpo ha evolucionado para utilizarlo. El endocannabinoide (ECS), que regula muchas funciones corporales, es parte del cuerpo humano. El cuerpo crea sus propios endocannabinoides cuando tiene un ECS que está en equilibrio. Estos endocannabinoides se unen a los receptores del SCE para ayudar a mantener el cuerpo en control. El cuerpo deja de producir endocannabinoides cuando está bajo estrés o inflamado.

CBD, suplemento antiinflamatorio

El aceite de CBD es la solución. El aceite de CBD ayuda a restaurar el equilibrio natural del cuerpo estimulando los receptores ECS. Las propiedades antiinflamatorias del aceite de CBD lo convierten en una opción eficaz para aliviar el dolor. El CBD actúa como analgésico en el cerebro para reducir la percepción del dolor. El CBD puede aumentar la percepción del dolor al incrementar las sustancias químicas del cerebro como la serotonina, la anandamida y otras sustancias químicas.

El CBD puede utilizarse para reducir el dolor en todo tipo de lesiones y enfermedades. Se ha demostrado que el CBD es eficaz en el tratamiento de la artritis al reducir la hinchazón y la rigidez. El CBD también se puede utilizar para reducir la inflamación y la hinchazón que se produce con el eczema y la psoriasis. El CBD tiene un efecto calmante que alivia las molestias del eczema causadas por la rotura y el rascado de la piel.